jueves, 12 de mayo de 2016


Una noche en vilo, querer un té y piesitos fríos que esperan el sueño inquietos. 
Mi espalda pide mimos y esa voz que alivia sin decir nada, tan solo un suspiro. Un abrazo en la oscuridad está lejos de ser un vicio si de vez en cuando hay que cerrar los ojos para existir y hacerlo una vez más.

 Y nuestra siesta se vio invadida, nunca fue tan difícil descansar y no pensar, nunca fue tan fácil confundirse y no pelear. Ya el pulso que se siente es otro, si sabré de tu latir que me acompaña hasta dormir y ahora hay algo más. Me siento en desventaja cuando te enojas ¿Qué decirte? ahí me tuviste una vez más